3 de diciembre de 2013

A San Vicente, el Barrio Pueblo


No olvides camino,
identidad y arraigo.
Siguiendo al este, las pupilas de Garzón en el Bajo de Ariza,
barranca, río y ferrocarril.

Se debatía entre Roca y Jerónimo,
Entre  viñedos y álamos, 
pasodoble y cine Apolo.

Colores de verano y comparsa,
picaditos en Lavalle y Palermo
trenzan riqueza y pobreza.

Nostalgias de aquella Docta naufragan sus calles,
las inundan,
como el sonido del viejo Saturno de seis a nueve,
en la memoria suena.

No existe barrio, sino se lo vive,
en el cruce de un puente,
en una esquina,
en el club, en la plaza, el viejo mercado, la vecina y el balcón.

Habitante con risa de tribu,
el tiempo no olvida esencias y aromas.
Quien habita de antaño recuerda,
la chispa no se pierde, 
obsérvala en la mirada del transeúnte local.

Calles más transitadas,
pobladas de anécdotas de un pasado mejor,
que la urbanidad y la moda no borran.

No te duermas.
barrio pueblo, no te duermas…


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