3 de noviembre de 2014

El Pantanal

El destino que les compartiré es algo realmente particular, único para aquel viajero que se apasione por el ecoturismo y la biodiversidad, y por supuesto para aquel que no le tema al agua.

Pantanal es el humedal más grande del planeta y la tercera mayor reserva medioambiental mundial. Casi el 80% de la región se encuentra ubicada en dos estados:  el de Mato Grosso y  Mato Grosso Do Sul, y alcanza en sus extremos al Paraguay y a Bolivia. Posee una extensión total de 200.000 km², que con el tiempo tiende a aumentar. 

Además de encontrarse dentro de dos estados diferentes, se subdivide en nueve subregiones. Hay tres grandes ciudades que ejercen de puerta de entrada al Pantanal, una en el estado de Mato Grosso, Cuiabá, y dos en el estado de Mato Grosso do Sul, Campo Grande y Corumbá. Cualquier recorrido es una aventura en sí misma. Las distancias entre una subregión y otra son grandes y las infraestructuras de comunicaciones son precarias. Por esa razón, la mayoría de los turistas visitan solo una subregión. 


Sitio de características puras y silvestres, con colores rojos, naranjas y ocres de su tierra, que se entremezclan con profundos verdes de su abundante vegetación. Esta increíble llanura inundada, fue declarada como Patrimonio Natural de la Humanidad en el año 2000 por la UNESCO por ser uno del los  ecosistemas más  ricos del mundo en biodiversidad de flora y fauna. 


El Pantanal posee una época muy marcada de lluvias, que va  de octubre a marzo, en donde los ríos de zonas altas corren causando inundaciones, mayormente en la mitad de cada  año. Esto hace que la altura de las  aguas  regulares dificulten la actividad y asentamiento humano y se mantenga un ecosistema de rasgos  salvajes, hostil y magníficos. Entre las áreas de llanuras estacionalmente inundadas o secas, también hay áreas de pantano y, sobre todo, humedales permanentes. 



La subida del agua proporciona al suelo nutrientes que hacen que los peces se multipliquen y que los animales encuentren en su flora refugios ecológicos y una fuente inagotable de alimento. Este lugar forma así un paraíso para aves migratorias o de presa, y de numerosos animales como el jaguar, diferentes iguanas de tamaños y colores variados, pumas, el oso hormiguero gigante, el mono negro aullador,  muchos cocodrilos, caimanes, anaconda y otros reptiles. Asimismo, sus aguas constituyen uno de los lugares más codiciados por los pescadores del mundo entero.

La principal actividad económica es la pecuaria. La segunda la pesca. El turismo está ganando espacio poco a poco a tarvés de la oferta de ecoturismo que brindan algunas Haciendas que son obligadas a devolver a la naturaleza una parte de las crías de  la fauna que nacen en cautiverio.

Indudablemente es un sitio del mundo, que uno no puede privarse de conocer.






14 de octubre de 2014

BCN una ciudad mundo.


Barcelona se encuentra en  la costa noreste de la Península Ibérica,  a orillas del mar Mediterráneo.  Se erige como la segunda ciudad más grande y activa de España en su tamaño y densidad  poblacional. Es Capital de Cataluña y una de las diecisiete comunidades autónomas de España.

Como en otras zonas de este país, se hablan dos lenguas oficiales: el catalán  y castellano o español. El primer diálogo con un local intentará siempre ser en catalán, lo que demuestra muchas veces la fuerte personalidad y localismo de su gente, lo que creo muy  valioso, ya que realza la identidad propia del lugar ante tantas lenguas y modismos que inundan sus calles de personas de otros sitios del mundo. Su propio Ayuntamiento propone incluso a turistas y españoles de otras zonas, aprender de forma gratuita el catalán. Repienso con esto, lo valioso que sería esta práctica en todo el mundo, conservar y aplicar el uso de lenguas  nativas y propias  en cada rincón, atesorar los modismos, las consonantes o vocales con ritmos diferentes como parte de nuestro patrimonio, sin neutralizar, sin globalizar.


Cosmopolita, viva en cada calle,  llena de colores, tradicionalista pero diferente, Barcelona te deja descubrir  todas sus caras. Refleja  historia con raíces  en  el establecimiento de la colonia romana del siglo I a.C,  la posterior ocupación musulmana,  y su esplendor medieval como ciudad comercial y su expansión urbanística durante el siglo XIX.

Huellas arquitectónicas nos hablan del carácter de Barcelona, excéntrica pero libre.  Atesora nueve emplazamientos Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, muchos de ellos con un mismo sello: Antoni Gaudí, autor de genialidades como: la Casa Batlló, la Milá-Pedrera, y el Parc Guell. Este último es mi punto del mapa favorito en esta ciudad, sin duda uno de los paseos  más lindos y de costo cero.  Parc Guell  está inspirado en las formas orgánicas de la naturaleza, este inmenso jardín ubicado en la parte más alta  de Barcelona que da una vista panorámica inmejorable.  Sus senderos cubiertos con columnas que simulan árboles, estalactitas y cuevas naturales cubiertas por pedazos de cerámica o a modo de mosaicos de colores (llamado trencadís), son parte de los innumerables detalles que se pueden apreciar en su onírico recorrido. Aquí también se encuentra la Casa-Museo Gaudí, que fue residencia del arquitecto hasta 1925 y hoy funciona como museo en el cual se exhiben algunas obras suyas y de sus colaboradores.

La ciudad toda es un lugar perfecto para disfutar de la rica gastronomía.  Algunos restaurantes tradicionales permiten degustar una buena escalivada, un dulce tradicional, un pa amb tomàquet (rebanada de pan regada con aceite de oliva, sal y tomate natural).

Otro sitio imperdible para los amantes de  las rarezas y el arte culinario  es el  Mercado de La Boquería,  mercado público tradicional ubicado sobre La Rambla, con todos sus colores y aromas  de productos frescos presentados como si de vidrieras se tratara.



Lo ideal  es conocer este lugar con alguien local que te guíe y  ayude a descubrir lo NO tradicional. A Barcelona  hay que vivirla… 

20 de enero de 2014

Donostia



Comienzos de enero 2006, mi primer viaje lejos de casa, entiéndase por "casa" a mi hogar habitual el continente sudamericano. 
Con un grupo de amigos emprendimos camino hacia el viejo mundo por una beca de las carreras de hotelería y gastronomía. 

Salimos con la ilusión de lo que descubriríamos, como principal equipaje. 
Destino inicial: Donostia, más conocido como San Sebastián, ciudad y municipio situado en el norte de España, en la costa del golfo de Vizcaya, a pocos kilómetros de Francia. 



Parte Vieja
Comenzamos nuestro viaje aquí, no solo porque nuestro vuelo llegaba a este destino, si no también porque íbamos a un conocido restaurante Michelín, conjuntamente con otros jóvenes que provenían desde distintos puntos del mundo.

La ciudad donostiarra se extiende por una bahía de arena extensa y blanca, entre los montes Urgull e Igeldo. Un caserío pesquero, un ensanche señorial y modernos barrios que convierten a esta ciudad en una de las más atractivas del litoral cantábrico. 



Caminando sus calles, la primer impresión fue hermosa. Es muy común ver una población dividida en dos generaciones bien marcadas, ancianos y jóvenes. Muchos de los ancianos se ven acompañados de sus mascotas, te encuentras con caninos y sus dueños hasta dentro de los restaurantes, algo que llamó mi atención. 

Peine de Viento
Su desarrollo arquitectónico se encuentra  dividido entre lo moderno y lo antiguo (como su población, como les comentaba), configurando un territorio con aires  algo afrancesados, pero con sabores particulares y muy propios. 

Lo que primero se busca cuando surge algo de hambre son sus típicos Pintxos, comida de paso, bocados para comer sin muchos cubiertos, a veces solo con la mano, con sabores bien marcados y con toda la cultura culinaria vasca en el paladar. 

Kursaal

Su trazado urbano se despliega mirando a la Bahía de La Concha. El Monte Igeldo marca el límite en uno de sus extremos. A sus pies queda la Punta Torrepea, donde se instala el "Peine del Viento", conjunto escultórico del artista vasco Chillida, digno de ver y disfrutar. 
Allí mismo encontramos la Playa de Ondarreta, enmarcada por una zona de bellos jardines y el Pico del Loro. Mirando siempre al mar, llegamos al antiguo Casino, hoy Ayuntamiento de la ciudad. En esta zona, entre el mar y el río Urumea, se encuentra el casco viejo, y camino del Monte Urgull, el muelle deportivo y el barrio pesquero, para mi el más bonito de toda la ciudad.

Hotel María Cristina
Los bares y restaurantes siempre están llenos, sin importar el día y la hora. Degustaciones de patatas bravas (con ají y una mayonesa a base ajo), orejas de cerdo, bacalao y morcilla son muy comunes, acompañados de una cerveza, cubata, Gin Tonic con mucho hielo y limas,  o el típico Txakolí (vino originario de la zona de Vizcaya). 


En la parte más antigua de San Sebastián están las iglesias de San Vicente y de Santa María del Coro, una gótica y la otra renacentista-barroca. Un antiguo convento de dominicos es hoy en día el Museo San Telmo, cuyas colecciones de arqueología y pintura merecen una detenida visita.  Entre sus balcones,  se alza el antiguo ayuntamiento neo clásico, reconvertido en Biblioteca Municipal.


A orillas del Urumea divisamos el Teatro Victoria Eugenia y el Hotel María Cristina, construidos en estilo neo plateresco. Dispersos por este trazado, también podemos visitar la plaza de Guipúzcoa, con el edifico de la Diputación Foral, el Centro Cultural Koldo Mitxelena, Correos y Telégrafos. En la playa de Gros se encuentran la moderna estructura del Kursaal, diseñada por el arquitecto Rafael Moneo. 


San Sebastián es una ciudad cosmopolita de fuerte personalidad, implícita en sus certámenes culturales. 

La tamborrada o la Semana Grande, con las regatas de traineras, nos hablan de la tradición (muy arraigada); mientras que sus prestigiosos festivales de cine y de jazz dicen mucho de su vocación internacional.

Puerto




31 de diciembre de 2013

La Cuenca del Sol


Las fiestas de fin de año me llevan nuevamente a la ciudad de Cruz del Eje, cuenca del sol, tierra de mis abuelos y origen de mis padres.

El sol y el calor permanecen intactos, como los recuerdo desde niña en esta porción del  noroeste cordobés.

Cuando uno ingresa a la ciudad por la Ruta 38 desde Córdoba Capital, se divisa una panorámica de la Basílica Nuestra Señora del Carmen realmente hermosa. La mejor hora para contemplar este paisaje es a la tardecita, cuando cae el sol y se mezclan las últimas horas de la luz del día, con las primeras luces artificiales de la ciudad. 


Cruz del Eje se levanta a lo largo del río que lleva su nombre. Cuenta con  un dique llamado Arturo Illia cuya muralla es la más grande de todo Latino América, con uno de los espejos de agua más lindos de toda la provincia. 

Desde su murallón se ve el imponente Cerro Uritorco y otras sierras. 
En la costa del Dique pueden encontrarse distintos clubes náuticos y sociales, que brindan las mejores vistas de esa imponente construcción hidrica. 

La Cuenca, combina bellezas naturales con rusticidad, presenta en su plaza principal la antigua iglesia parroquial y las casonas antiguas que con el paso del tiempo solo han variado en color. Presenta algunas zonas duales, que marcan perfectamente lo antiguo de lo nuevo (surgido y en proceso). 

La tranquilidad prima como la tonada de su gente, en verano la que sigue reinando es la siesta.


El hospital, la municipalidad, la iglesia Nuestra Señora del Carmen, la casa que habitó el presidente Illia, y la bella estación del antiguo ferrocarril (joya preciada antaño, cuna de la ciudad),  son algunas de las huellas de un rico pasado que se hace presente en los ojos de sus habitantes y en muchas de sus calles. 



El tiempo a veces se detiene en alguna de sus esquinas, en otras resurge y tiñe con nuevos rasgos su identidad. 

Lo que me guardo para mis adentros es el aroma a olivas en el aire camino a la Cartuja, lugar que trae a una dimensión más terrenal los recuerdos de mi abuelo Ernesto, y hacen que lo sienta caminando conmigo.

18 de diciembre de 2013

Bitácora de un 24/05/2012: Desde el lago navegable más alto del mundo.




Puno fue sede de la cultura Tiahuanaco (800 a 1200 d.C.), máxima expresión del pueblo Aymara, que se desarrolló entre lo que hoy es Perú y Bolivia. 


Los Incas se impusieron en el territorio en el siglo XV y los españoles dejaron un importante legado colonial en toda la zona, atraídos por la actividad minera que se desarrolló en el lugar. 

Hoy su ciudad, es capital del folclore peruano y sede de la Fiesta de la Virgen de la Candelaria que descansa a orillas del Titicaca,  lago navegable más alto del mundo.

Los alrededores son espectaculares, destacando las Chullpas de Sillustani;  a Lampa, con su iglesia virreinal construida entre 1675 y 1685; a Llachón, comunidad que aún conserva centenarias costumbres y manifestaciones culturales y Pucará, famosa por su cerámica pre inca y por los "toritos de Pucará" que hoy los artesanos elaboran con arcilla.


El lago alberga también  islas, cuyos habitantes han preservado ancestrales costumbres y tradiciones. Un ejemplo de esto son los Uros, que viven en islas flotantes fabricadas con totora, y que navegan por la zona en sus tradicionales embarcaciones del mismo material.

Mi paso por Puno es casi fugaz, pero con un clima excelente que acompañó en la navegación por el Titicaca. Nunca hubiera pensado que fuera tan grande. 
Su gente, como ya les he dicho, encantadora.

Tengo  el corazón y los ojos llenos de cosas para compartir con cada uno.


Bitácora de un 22/05/2012: El Ombligo del mundo.

Cusco...

Llego de noche,  me reciben todas las luces de la montaña y sus avenidas. Me enamoro a primera vista de la ciudad.  

En los primeros días en mi paso por aquí, conozco  a Juan Carlos, guía y antropólogo que no simpatiza con los  españoles y  su evangelización, tanto como para que me cuente y muestre toda la ciudad pero sin nombrar  iglesias, templos y monumentos relacionados al catolicismo. El hombre tiene un libro en donde describe, respalda y documenta todo lo que investiga. Con él, recorro la ciudad histórica, Koricancha, centro Qosqo, Sacsayhuman, Qenqo, Pucapucara y Tambochay. 

La Plaza de Armas es bellísima, ¡¡¡todo!!!, nada se priva de ser contemplado. La fuente principal, la Catedral por dentro y por fuera, todos los barcitos a su alrededor.  

 Tuve la suerte un sábado por la mañana de ver el desfile de danzas típicas, en donde la gente con distintas vestimentas  va representando en su paso pestes, siembras y regiones, realmente atrapante. Por la noche vuelvo al mismo lugar,  pude ver a unos novios sacándose fotos en la plaza, y después entrar a la ceremonia de boda en la catedral, afuera había una orquesta y la gente llevaba los regalos hasta la puerta del templo. 

Pasan los días, y vamos camino a Machu Pichu, no sin antes pasar en bus por Ollantaytambo y sus ruinas. 

Hacemos una parada en Chinchero para conocer la casa de una tejedora de un muy buen humor que con chistes y picardía te cuenta sobre el arte de teñir lanas de llama y alpacas con productos naturales como cascaras de frutas y bichos que se prenden a la vegetación del lugar.


Continuamos hacia Urubamba, lugar en el que viviría sin pensarlo dos veces, me atrapó  tanto por su belleza natural como arquitectónica. Desde allí tomamos el Inca Rail, tren hacia Aguas Calientes. 
Esta cuidad cuenta con una infraestructura turística que hace se torne muy comercial de a ratos… solo estaría una noche allí para llegar a cumplir un sueño, EL IMPONENTE MACHU PICHU. 


Podría estar horas escribiendo, cada lugar por mas chiquito tiene vida, historia y derrama una cultura que realmente respeto y admiro.

Luego de hacer la ciudadela, llegue a la Casa del Guardián y de ahí seguí camino al Puente de Inca y luego las Puertas del Sol que dan comienzo al Camino del Inca.

No me alcanzarían las palabras como tampoco una cámara de fotos para poder transmitir todo lo que contiene el camino,  quedé realmente anonadada… los ojos se te van, el alma se hace grande, y el espíritu flota… 
La ciudadela, cada Apu (montaña sagrada), el caudaloso río Urubamba, todo hace del entorno algo mágico.




Bitácora de un 22/05/2012: Arequipa, Perú.



Arequipa es una ciudad de un estilo colonial predominante, tiene unos balcones muy bellos, y una zona residencial paqueta. Su gente  es muy amena al igual que otras zonas del Perú, como ya les venía contando. 


Le dicen la ciudad blanca, por su característica piedra volcánica de “sillar”, que regala a los ojos los tonos del rosa y el blanco. La mayoría de las construcciones edilicias en zona urbana es a base de esta piedra, lo que le da un sentido de identidad realmente importante.



Como me sucedió en el norte de nuestro país (Argentina), he tenido la suerte de conocer a otra excelente guía, una señora que es historiadora, y recibida de administración hotelera, admiré mucho todo lo que me compartió.  

Ella, como muchos de los pobladores de Arequipa, es muy pero muy regionalista, lo que le da a su pueblo un gran carácter, eso me atrapa y llama la atención… a muchos les choca,  yo creo que es así porque aman profundamente el lugar en el que viven.


El paisaje es alucinante, ya que tienen unos valles con todos los tonos del verde y siembra de muchas variedades vegetales, y  nevados y  más de siete volcanes. También es zona sísmica, en la que existen temblores todos los días del año, a veces imperceptibles. 



Este lugar está en lo que se denomina El Colca y es económicamente activo en comercio e industria. 


También le llaman la ciudad del eterno cielo azul, tiene muy buen clima y raramente se nubla. 



El paso por aquí me regalo mucha cultura e historia recorriendo el Monasterio Santa Catalina, Monasterio de Santa Rosa, su Catedral, la Iglesia de San Francisco y su convento, el templo San Agustín, el barrio Ermita y San Lorenzo, la biblioteca de Vargas Llosa y por supuesto su hermoso centro y sus recovecos.



Me saco el sombrero por los servicios que brindan los Arequipeños, realmente la industria turística es desarrollada con una suma conciencia, el cuidado por la naturaleza es impresionante, la gente es más que servicial, siempre está pendiente que estés cómodo y feliz, y que regreses cuando quieras...

Bitacora de un 17/05/2012: Frontera Argentino-Chilena

Antes de adentrar en detalles de este stop en este tramo de la ruta, les cuento que viajé muchísimos Kilómetros por tierra, pasando por más de tres climas, dos países y dos aduanas. 

El paisaje es realmente increíble, sugiero  a quien quiera conocer estos lugares, se ahorre el boleto aéreo y se anime a realizarlo por tierra  en bus, es muy importante no perderse ni un solo detalle que regala el camino. 


Les escribí hace dos días desde el norte  Argentino, hicimos noche allí, madrugando al día siguiente para poder seguir ruta y no perder ni un solo minuto más que los que consumen los trámites de frontera  (Argentina-Chilena). 


Nos desplazamos  hacia Chile para poder llegar a la ciudad de Iquique. El sol no estaba presente aún, así que el clima de las primeras seis horas del  día son muy frías, tanto como para que los vidrios del bus se congelen. 

Unos pocos km de Jujuy, por la ruta N52 ya estábamos subiendo por la empinada  Cuesta de Lipam, muy zigzagueante y profunda a medida que uno va ascendiendo, luego de un tramo más, LAS SALINAS GRANDES, blancas pulcras, a veces tan infinitas en el horizonte como el mar. 

A las pocas horas... Tumbaya va apareciendo, a orillas del Río Grande, poblado pequeño que pareciera haberse perdido en el tiempo.

A medida que avanzo los paisajes son  tan pero  tan diversos, como los colores, texturas y relieves, incalculable belleza... cada vez más enamorada del continente que me tocó por naturaleza. 

Luego de 5 horas de viaje comienza el inminente desierto de Atacama. Poderoso, imponente, el más árido del mundo, mucho más que el mismísimo Sahara, con colores que van de verde, ocres, rojos.   De a ratos su apariencia es similar a una gigante alfombra, larga en donde dan ganas de tirarse rodando. Siguiendo viaje, pasando por otros lugares más pequeños e inhóspitos, más desierto, arena, rocas tan grandes que cuando se va bajando parece se fueran a caer encima de uno. En Los Andes se hacen visibles las primeras publicidades hechas con piedras y pedritas, ni una sola cartelería de propagandas.

Que majestuosidad la de los Andes! Muchas veces te deja sin palabras y con los ojos perdidos en el paisaje, en todo eso inexplicable que ofrece. 

Cada tanto neblina, por la altura y un guardarrail muy pequeño, a veces da un poco de miedo. Los oídos se tapan, el apunamiento se hace presente varias veces. 

Aduanas y estiramos un poco las piernas… 

Llegando para el almuerzo a San Pedro de Atacama, con casitas de barro, y un ambiente muy bohemio, y una rusticidad que a muchos turistas de a ratos les incomoda, el color rojizo del adobe, está presente en casi el 95% de su arquitectura.


 Noche en Iquique, un lugar lindo, pero dual, con un lado muy lindo, nuevo y pujante y otro muy pero muy pobre. Tiene una pintoresca zona históricas, con lindos balcones y muchas escuelas. Poco tiempo allí ya que al regreso permanezco un par de noches más. Mucha actividad salitrera  y minería. Lindas playas, una refrescada después de tanto desierto es una sensación hermosa llegar a su costa, de aguas frías y de distintos colores azules y celestes. 

 ¡El limbo!.


Bitacora de un 14/05/2012: Jujuy y sus colores



Purmamarca es muy simple y tímida, sus habitantes visten prendas claras,  de los colores típicos del altiplano. 

En Tilcara, son muy amenos, les gusta saludar en las calles y son muy atentos a la hora de dar información al transeúnte. Todo es cerquita y hay en esta época un viento fuerte en zonas de altura. 

Los músicos jóvenes te invitan a sus espectáculos que dan por la noche en el centro, en barcitos decorados muy acorde al lugar, acogedor, con mucho respeto por el entorno y sus colores naturales.




Pude llegar a pie al Pukara  de Tilcara desde el centro, me puse a charlar con un lugareño en la puerta y me invitó a recorrerlo con él, valió la pena, esta persona es guía turístico, pero la municipalidad del pueblo, no reconoce su labor y no le paga, por promover un lugar que intenta mantener vigente toda la cultura originaria, me cuenta. 

El Pukara es un bello y antiguo asentamiento con una historia de miles de años (anterior a los Incas) que fue habitado por los habitantes de la región y restaurado para su estudio y visita. Originariamente estaba dividido en distintos sectores, hoy en día se puede entrar a sus precarias pero intactas casas de piedra y llegar hasta la cima para contemplar una de las vistas más bellas de la Quebrada de Humahuaca hacia el sur y hacia el norte. Allí funciona también un Jardín Botánico de Altura, con vegetación de todas las especies de la zona.  


Desde donde estoy parando serán unos 2kms y 1/2, en subida que te saca el aliento, pero el oxigeno cuando estás arriba es todo tuyo. Vale la pena visitar ambos, ya que el lugar tiene una vista hermosa de todos los cordones montañosos con todos sus colores, pueblos, y la hermosa Paleta del Pintor.

Me gustó mucho el cerro del los siete colores, realmente es un regalo que nos da la Pacha a los ojos y al alma. 



Pasé también por el mercado municipal, por la iglesia principal, una radio local, el Río Grande y algunos puntos más de interés.

La conexión a Internet no es cara pero es muy lenta, así que vamos a ver que onda del otro lado de la Cordillera para ver si puedo mandar un par de fotos.